jueves, julio 20, 2006

Sobredosis

Sumergido entre la nostalgia y la bruma,
arrastrado por la marea suroeste
me convierto en prisionero de la luna:

          afán petrificado, arrullo en huída,
          sangre espesada por la angustia
          y un grito sofocado en la garganta.

Patíbulos de dagas y de alfanjes
mutilan los lechos y las rosas,
las risas, las caricias y embestidas
de dos almas que transcendieron a la carne.

Silencio de sangre de amapola,
dolor anestesiado con muscaria,
alucinaciones, chamanes y peyote,
envían sus huestes a salvarme:
          abro las venas, la boca, los pulmones
                    -como un pez convulso por la asfixia-
          esperando febril la sobredosis
          que congele este frío para siempre.

martes, julio 18, 2006

Perpetuum mobile

No hay reproche al asumir la derrota
de un amor que nació invencible:

        demasiado corazón para tan poco gozo
        demasiado dolor para tan parcos nervios.

¿Morirá temprano nuestro amor de mutantes
o perdurará a través de nosotros?

        es pronto para adivinarlo
        y muy tarde para maldecirlo.

A pesar del estoque, yo no lo doy por muerto
a pesar de la brecha, vos sentís que está vivo:

        lees estas letras y me sabes perdido
        y al escribirlas sé de tu agonía.

    Lloro tu llanto
                amor
                      mientras lloras el mío.

domingo, julio 16, 2006

Consuelo

Este es un antiguo poema, escrito hace años, que mantiene su vigencia vital en mí


¿Dónde podré hallar el consuelo?
Si es que existe
¿dónde está escondido?

Apresado entre un cielo infinito
y un fugaz estallido de tiempo
que la tierra sostiene,
que pudo ser obviado,
que debió ser obviado,
me debato entre haber sido
o seguir siendo,
entre amor, entre miedo,
entre dolor, entre ansia,
entre vida , entre tedio.

Admirado por este rojizo horizonte
que derivará en sombra esta noche,
con un sabor salado en los pulmones
-impronta de la vetusta melancolía
que me excede y precede-
no puedo dejar de pensar otra vez
-otra-
¿dónde podré encontrar el consuelo?
Si es que existe

miércoles, julio 05, 2006

Hemisferios

Por entre las memorias del aliento quebrado
-mientras se disgregan las ansias y diluyen los sueños,
y refulgen los sables flanqueando los túmulos-

se agolpan amores calcinados en los hornos del tiempo,
se elevan las cenizas sobre el viento enervado
que acaricia esta noche de ausencia acerada,
esta noche celeste que disipa las horas
de un verano sin ti que debió ser invierno.