hoy quiero enfrentarle un redimido instante
Juan Luís Panero
Reprendidas mis manos
por tu ausencia tan fría
intentarán no volver a acariciarte:
se desprende el rosal
de su rosa más bella
en un intento vano
de seguir adelante.
Los hombres que envejecen solos son mucho menos dignos de compasión que las mujeres en la misma situación. Ellos beben vino malo, se quedan dormidos, les apesta el aliento; se despiertan y empiezan otra vez; y se mueren bastante deprisa. Las mujeres toman calmantes, hacen yoga, van a ver a un psicólogo; viven muchos años y sufren mucho. Tienen el cuerpo débil y estropeado; lo saben y sufren por ello. Pero siguen adelante, porque no logran renunciar a ser amadas. Son víctimas de esta ilusión hasta el final. A partir de cierta edad, una mujer siempre tiene la posibilidad de frotarse contra una polla; pero ya no tiene la menor posibilidad de ser amada. Los hombres son así, eso es todo.
Michel Houellebecq, "Las partículas elementales"