Cuando el psiquiatra me
os muestra detrás de las ventanas
enrejadas
me asalta una sonrisa
y el deseo de más
-muchas más-
medicaciones.
domingo, diciembre 16, 2012
domingo, diciembre 02, 2012
Avestruzarse en alienígena
O tal vez no.
Quizá porque del amor
nada puede ser pequeño:
ni el repudio, ni el dolor,
ni el cataclismo.
Cambiar es suicidarse en alienígena
que brota de las vainas de verduras.
Amar la tragedia de la felicidad
momentánea es tarea de gigantes.
Escribir sobre ella, es tarea de
poetas.
Repudiarla, es condición de
mequetrefe.
Volver avestruzmente a las raíces
es algo que aún no he aprendido.
Que le den por el orto a Santorini.
Permanecer es tarea de muertos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)