domingo, septiembre 15, 2019

Entre la ortografía que nos ralla y que raya nuestro tacto


Sólo la poesía reconforta
en las traiciones:
       en las perpetradas
       y en las sufridas....

                         - si es que pueden distinguirse-

y, cuando la distinción
 escapa a las esferas
y se funde con la arena
que se incrusta en nuestros besos
y nos raya los dientes,
al rallarnos,
   nos escama.






Maldigo los himnos no iconoclastas ( y también a ellos)



No, no sólo es eso.
Cambiar un tópico por otro conduce a mucho.
Por ejemplo:  aúna guerras.

No temo por mí (hace más de trece años)

Cuando miro el mundo por tus manos
la oscuridad desaparece.
Su calor ilumina todo de forma selectiva,
ahonda en la magia, difumina las sombras,
hace ciertos los “te quieros”
aunque puedan parecerte falsos…
…es el miedo a la fuerza del hechizo,
que, por su perfección, asusta.

No temo por mí, ya me he perdido
entre los mapas claros de tus pechos,
entre tus palabras y tus ojos.

No temo por mí, ya soy el aire
que agitas con tus pasos,
el aliento condensado en tu ventana
cuando, al mirar por ella, me recuerdas.

No temo por mí, ya soy parte de tu tacto,
un colchón sobre el parqué,
el lado derecho de tu patria,
el compañero de tu viaje en colectivo
que, mientras duermes, se mete en tu pollera.


No temo por mí, ya soy tu olvido.

sábado, abril 20, 2019

Tautología

Mira tú por dónde
aún recuerdo
todo lo que
aún no he olvidado.