lunes, junio 16, 2008

De pródigos y bastardos

Pilatos
el hijo pródigo y parricida.
Yo,
la obra bastarda de dios.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale más tener envidiosos que inspirar piedad...

Carz dijo...

Esa es una disyuntiva que sólo tiene sentido para los vanidosos.

La envidia de los demás no me nutre.
Su piedad, tampoco.

Carz dijo...

Perdona Erasmo,

Olvidé que hay que reflexionar cuando alguien dice algo que no entiendes como comentario a lo que uno ha escrito.

Supongo que al ser "bastardo", pensaste que expresaba un "lamento", pero no es así.

Soy "bastardo de dios" porque no puede ser mi padre alguien que no creo que exista.

Disculpa de nuevo.

Anónimo dijo...

Ninguna de las dos nutre, pero pareces estar acostumbrado a la desnutrición y autocompasión.
Como siempre, Erasmo nunca comprenderá a esta especie de mortales.