sábado, diciembre 03, 2005

Caricias


Caricias de otros días y otras manos
se hospedan en mí unos instantes.
Ascienden del valle del pasado
retando a las ruinas del futuro
para arribar, por fin, a este presente.

Como elegantes bailarinas
serpentean por mi cerebro,
expelen vestigios de sabores,
rastros de aromas,
restos de tactos patinados de bronce por el tiempo.

No es dolor lo que ahora busco,
no es amor perdido lo que quiero,
ni siquiera poder presuponer un modo de cariño.
Tan sólo deseo refrescar mi memoria
para poder seguir siendo yo:
no un advenedizo.


Gracias Mar, por refrescar mi memoria

1 comentario:

Mar dijo...

Gracias a ti, por remover siempre mi cerebro y mi conciencia.

No hay que olvidar y ya ves que no lo hacemos aunque lo parezca. Por eso es fácil refrescar la memoria.

Es hermosísimo este poema.

Un beso.
Mar