jueves, julio 28, 2005

Metafísica Tabernaria

A Cecilio y su Nostromo
Reencuentro mi mente en las esquinas
quebrada por pensamientos al garete
que fluyen por celestes andurriales
donde los ángeles fornican con ninfómanas.

Deriva el pensamiento en una pena
más ligera que el alcohol en el que boga,
larvada, sin aliento, en el costado
compañera inmarcesible de derrota.

Destilado dolor impenitente
-tan perfecto, que existes por ti mismo-
al verte flotando por las mesas
te dedico un saludo empantanado
por el barro tedioso que el borracho
metaboliza en el fondo de su hígado.

El tiempo sustenta la vida y la condena
ilustrando al sesudo tabernero
para que prescriba
-con leyes tabernarias-
el parejo fin del vino y del dinero.

1 comentario:

UMA dijo...

Leo y no puedo màs que remitirme a Harry...precioso personaje.Muy Hesseniano, Carz, y eso me encanta!
"De noche lentamente andan por el campo las parejas, las mujeres sueltan su pelo, cuenta su dinero el comerciante, los ciudadanos leen con temor las novedades en el diario de la tarde, niños con los pequeños puños cerrados honda y suficientemente duermen. Cada uno hace lo ùnico verdadero, sigue una misiòn sublime, lactante, ciudadano, parejas: ¿y yo, en cambio, yo no? ¡Sí! Tambièn mis nocturnos actos cuyo esclavo soy, no pueden escapar al espìritu del mundo, ellos tambièn tienen sentido. Y voy asì, de un lado para otro, bailo ìntimamente, susurro tontas canciones callejeras, a Dios alabo y a mì mismo, bebo vino y fantaseo, como si fuera un bajà, siento en los riñones unas molestias, sonrìo, bebo màs, a mi corazòn digo sì (mañana es imposible), tramo a partir de pasados dolores un poema, como jugando, veo rodar la luna y las estrellas, intuyo su sentido, siento como si viajara con ellas, no importa a dònde."te leo;)