viernes, julio 01, 2005

Libros

Amarillean las hojas de los libros
que leí en tu presencia.

Alguna dedicatoria
me recuerda a la cifra de un conjuro:
-tu letra redonda se desvanece
desgastada la tinta por el tiempo-

Sé que sobrevives en algún lugar del mundo,
sé que respiras, cansada como entonces,
sé de tu piel de palo rosa
bruñida y cérea
-aceitada suavidad perdida-
sé de tu mirada marrón
de seriedad perenne
-alguna vez de risa-

Cuando mis amuletos dejen de ser míos,
porque yo ya no exista,
quizás te busquen como origen de su historia,
quizás prolonguen mi existencia
-en tu memoria-
quizás recuperen un sentido momentáneo
que será, al fin,
su único sentido.

1 comentario:

UMA dijo...

"Cuando mis amuletos dejen de ser míos...
quizás te busquen como origen de su historia,
quizás prolonguen mi existencia
-en tu memoria-
quizás recuperen un sentido momentáneo
que será, al fin,
su único sentido."
No necesito amuletos para tenerte en mi memoria, lo que eres es mi amuleto...huele a pastel;)son tus palabras que me sacan de la sombra.