sábado, septiembre 02, 2006

Pecios

Vivir es ver morir, nada se aprende,
todo es un despiadado sentimiento,
años, palabras, pieles, desgarrada ternura,
calor helado de la muerte.
Vivir es ver morir, nada nos protege,
nada tuvo su ayer, nada su mañana,
y de pronto anochece.

J.L. Panero



Quizás sea el momento de soltar amarras.
Levar el ancla cuando baja la marea
y surcar de nuevo el mar
rumbo tenaz al horizonte.

Vivir es convivir con la muerte
que llevamos enquistada en las entrañas
y solícita nos viene reclamando
segura de ser la única dueña.

Vivir es elevar los remos
como homenaje a los amores naufragados
zaheridos demasiadas veces,
demasiadas veces expuestos al escarnio.

Vivir será de nuevo armarse de paciencia
y perderla en la ocasión desesperada
de renacer por un momento
en un amanecer, en una playa.

4 comentarios:

quantum dijo...

Nacer es empezar a morir. Vivir es irse acostumbrando a que el tiempo se lleve nuestra imagen. Amar es dejar que la vida y la muerte convivan y se nos peleen de piel adentro. ¿Renacer?: a veces lo vamos ensayando por el camino.

Mi abrazo de siempre, Carz.

Carz dijo...

No peleo con la muerte: hoy no.
Sí he peleado cuando de la vida he conseguido destilar algo parecido a la propia vida.
Me gusta desgastarme con el roce íntimo con la vida, me gusta no olvidar lo bello que he vivido y, en general, me arrepiento de lo que no he hecho, no de lo que he hecho.

A los 25 ya pude morirme tranquilo: había experimentado mi primera gran comunión con esto que llamamos respirar. Casi nadie lo entiende, pero así fue: me importó un carajo todo, aposté y perdí.
Hace relativamente poco, en un vuelo intercontinental que hice exclusivamente por amor, volví a sentir esa sensación, incluso antes de llegar a besar sus labios. Ni que decir tiene que durante unos días el mundo se limitó a dos personas, vivimos bajo el "cielo protector" de nuestro abrazo y como los ñúes en el río Mara, bebíamos de nuestro amor sin preocuparnos de los cocodrilos que acechan en sus aguas marrones. Y la suerte nos favoreció mientras fuimos audaces,luego... digamos que perdí.

Sé que nunca estaré a salvo de la locura, y eso me hace sentir más humano.

Y no me sirve tu abrazo si es el de siempre, no me alcanza (tan corta la esperanza)

quantum dijo...

¿Qué abrazo te alcanzaría?

Carz dijo...

Lo sabré cuando lo reciba, nunca antes.