martes, octubre 18, 2005

Crónica de ausencias II

Hoy te he visto andando por la playa observando absorta tu sombra proyectada hacia el este. Parece que por fin has conseguido alcanzar algo de tranquilidad, lo que me alegra de una manera enorme: hacía tiempo que lo esperaba. Hace mucho que aguardaba poder hablarte sin correr el riesgo, casi cierto, de que tu boca se convirtiese en un manantial de reproches. No sé si lo merezco o no, pero estaba hastiado, verdaderamente hastiado, de esta situación, del hartazgo que me ha provocado esta permanente sensación de huida.
Te he observado largo rato, varias horas diría yo, y en todo momento te he visto cabizbaja, escudriñando tu sombra, contemplando tus pies descalzos hundiéndose ligeramente en la húmeda y blanda arena y lamidos esporádicamente por las lenguas saladas que son las olas casi moribundas.
Sigues dubitativa, continuas en la zozobra, pero hoy ha sido el primer día en el que me he convencido íntimamente de que podrías superarlo, y me he alegrado, me he animado y hasta me siento capaz de volver a soñar con la existencia de un futuro agradable. Todo va bien. Estupendo.

2 comentarios:

UMA dijo...

Mejor irse a tiempo dicen...y ni siquiera mirar atràs...no hay dudas que ella tarde o temprano lo superarà, pero màs me alegra tu soñar otro futuro agradable (y merecido, ademàs)
...Ella mirara sus pies desapareciendo en la arena, como si mirara en una cinta lo que los uniò (alguna làgrima le cae de seguro) ya te veo caminando con la mirada orientada a otro puerto, que gustoso te recogerà.

Eres un encanto, Carz, te lo dije?
Besazo, ...buenos dìas a vos, bona nit a mì;)

Mar dijo...

Hola Carz... esta es una crónica de esperanza y me gusta.

Me gusta mucho.

Besos.
Mar