martes, octubre 25, 2005

Crónica de ausencias IV

La melancolía me resulta hoy insuficiente; busco, en estos días, una sensación más productiva. Tus ojos, recurrentes, como ventanas por las que mirarte sin que llegara a comprender hasta mucho más tarde lo que gritaban: no crecí lo suficiente y no supe que tú tampoco lo harías, que no superarías el dolor porque tu vida se había convertido en una mera situación.

Corría por los días con la sensación de tener mil tropiezos, con la ingenua creencia de que me acercaba a una frontera difusa que, al cruzarla, me daría la absolución: la ingenuidad me acompañaba por aquel entonces, y ahora estoy aprendiendo a perdonarme por ello.

No eres, o no quiero que seas, más que un conjunto de retazos de tiempo que regurgitan sus memorias, empecinados en no acabar de desaparecer definitivamente; en recordar, por el dolor que me causan, que fueron los dueños de mi vida, pero que no son, o no quiero que sean, más que los últimos representantes de un antiguo y oscuro linaje cuya hidalguía es su único y vicario patrimonio.

1 comentario:

UMA dijo...

Fiel a tus crònicas, acà estoy;)
Hay algo de Neruda que me hiciste recordar...

"...Hiciste un semillero de ilusiones
que viviò ingenuamente en mi tristeza.
Lentamente.Fue el jugo de rencores
echados sobre el manto de la ilusiòn ingenua.

En mi torre de odios tuviste una ventana
(un vidrio ilusionado, transaparente y gentil)
Ya se quebrò. Es inùtil que te llame mi amada
porque, mujer, en una negrura te perdì."

No quisiera acabar asì en la memoria de nadie...pero bien...todo puede ser...estarè lista.

Carz: me quedè en el "busco una sensaciòn màs productiva" -que la melancolìa- cuàl serìa?

Y me voy con Pablo diciendo- Por què te busco? porquè te busco tanto? :)
Besazos muchos.
Un abrazo tìo wapo